Cómo motivar equipos de trabajo desmotivados: cuando el pesimismo generalizado se instala en tu equipo.
Admitámoslo.
No es el mejor momento para la mayoría de los equipos. La incertidumbre y la resistencia al cambio nos están pasando factura como seres humanos que somos.
Si lideras un equipo de trabajo es probable que en este momento estés viviendo además de tu propia angustia, la de tu equipo.
Porque es inevitable.
Nos sentimos amenazados por los cambios de nuestro entorno y tus colaboradores se preguntan:
- ¿Hasta cuándo durará esto?
- ¿Me van a despedir?
- ¿Me podrán pagar la nómina del mes que viene?
- ¿Volveremos a tener clientes?
Y ni ellos, ni nosotros como líderes tenemos la respuesta a nada de eso. Lo cual genera ciertas dosis de angustia, ansiedad y miedo.
Tu papel como responsable del equipo es, más que nunca, GUIAR. Tienes que ser el referente que se mantiene sereno, capaz y optimista. Un optimismo que debe estar basado en un análisis realista de las posibilidades y en una moderación de las expectativas.
Porque la situación es compleja. Sí. Pero de todo se sale y cuando lo hagamos tu equipo debe estar más preparado, unido y motivado que nunca.
En este momento en el que el teletrabajo y las videoreuniones han instalado en nuestra vida, posiblemente para quedarse, alguna de estas situaciones seguro que te resultará familiar:
- Falta iniciativa en las reuniones
- Algunos colaboradores están visibles en la pantalla, pero ausentes mental y emocionalmente.
- Se producen multitud de distracciones y no se acuerdan próximos pasos ni acciones a emprender. En general, falta implicación.
- Se protesta y se plantean problemas, pero no se ponen soluciones ni propuestas sobre la mesa.

¿Qué debes hacer como líder para motivar a tu equipo de trabajo?
- Detectar y tomar conciencia del problema: tener un equipo desmotivado es algo que no te puedes permitir ni debes pasar por alto pensando que ya se les pasará. Es tu responsabilidad ser parte de la solución.
- Analizar tu propia conducta y actitud: recuerda que eres el ejemplo a seguir, por lo que tu comportamiento tiene un alto impacto en tu equipo. ¿Estás siendo tú el primer pesimista? Vigílate.
- Empatizar y entender los sentimientos de tu equipo: ponte en su lugar, pregúntales qué les preocupa. Dedica tiempo a escucharles sin interrumpir ni contra argumentar. Es el mejor momento para practicar la escucha activa.
- Está disponible 24×7: tu equipo te necesita. Muéstrate accesible y reserva tiempo para ellos. Indícales los canales por los que pueden comunicarse contigo dependiendo del momento y la urgencia.
- Comunicación fluida: mejora tu comunicación, si es posible, y hazla más veraz, honesta y transparente.
Cuando ya has entendido sus miedos y preocupaciones es el momento de pasar a la ACCIÓN.
9 herramientas para aplicar en tu día a día y que la motivación de tu equipo aumente
- Bye bye lenguaje negativo: Es muy fácil caer en enfocar todas las conversaciones desde un punto de vista de dificultad o imposibilidad. Está atento a tu lenguaje y al de tus colaboradores y obliga a reformular los mensajes en positivo. Elimina de vuestro vocabulario frases como “Esto no va a funcionar”, “Esto es imposible” o “Total para qué si no sabemos lo que va a pasar mañana”. Sustitúyelas por expresiones del tipo “No es fácil, pero vamos a intentarlo”, “Haremos todo lo que esté en nuestra mano” o “Vamos a ponerlo en marcha y si luego hay que revisarlo para reenfocar lo hacemos”.
- Haz ejercicios de retrospectiva: proponles pensar en una situación difícil que hayáis atravesado anteriormente como equipo y de la que salieseis exitosos. ¿Cómo la manejasteis? ¿Qué hicisteis? Sacad conclusiones e ideas para aplicar ahora.
- Contrata un psicólogo: para que os dé una charla sobre gestión de incertidumbre y gestión del fracaso. Sé que es momento de controlar los gastos, pero no es un recurso demasiado caro y los beneficios pueden ser enormes para tu equipo. Si no es posible siempre está la opción de un curso online ya comercializado que podáis ver en equipo.
- Haz una lista de escenarios posibles: no es momento de pensar en el largo plazo, pero puedes valorar con tu equipo diferentes escenarios a corto plazo desde el más pesimista hasta el más optimista para mostrar que puede pasar algo bueno y tener sensación de control más allá del presente.
- Sonrisa obligada en las reuniones: empezad las reuniones sosteniendo un lápiz en paralelo a la comisura de los labios. Esa mueca de sonrisa forzada al cerebro le vale y comenzará a generar hormonas que os alegrarán el día. No es broma. Es una técnica que nace a raíz de un estudio realizado en 1988 por un psicólogo social alemán llamado Fritz Strack.
- Celebra lo positivo que tenéis: proponles hacer una lista de 10 cosas positivas que tenéis en vuestras vidas y compartirlas para poner foco en las cosas buenas que hay. Siempre las hay, pase lo que pase.
- Hazle saber que importan: el feedback positivo siempre es importante, pero en estos momentos se torna vital. Por pequeño que sea el logro o el impacto de la actividad, reconócelo.
- Proponles un reto: rétalos con algo divertido que no tenga que ver con el trabajo. Podéis plantar semillas e ir viendo a quién le crecen antes las plantas, hacer pintura, repostería o cualquier cosa que se te ocurra. Hay numerosos kits con ideas en amazon y tiendas de regalo. Este tipo de experiencias crea un gran sentimiento de pertenencia y compromiso.
- Dales un por qué: es primordial que entiendan tu propósito. ¿Por qué esto merece la pena? ¿Por qué tenemos que seguir adelante como equipo y como empresa? Hazles tomar conciencia de la importancia de ser un equipo motivado y productivo como paso fundamental para salir adelante de la situación que atravesáis.
Y no olvides el consejo de Fernando Savater: “Nunca pienso en el futuro más allá de las próximas tres horas”.
¿Un libro para ampliar información?
Gestión en tiempos de crisis: (o cómo darle la vuelta a la tortilla) (Juan Fernández-Aceytuno)
Y ahora, cuéntame.
¿Alguna propuesta más para mejorar la motivación de tu equipo? ¿Te has sentido desmotivado en el trabajo últimamente?
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